Son innumerables los favores que se le son atribuidos al santo y en especial si se trata de una ayuda para ser encontrado algo que se perdió, ya que a nivel mundial es conocido por ello, no importando que se trate de cosas cotidianas, con más o menos importancia, o quizás la misma fe que…
Oración a San Antonio de Padua

Oración a San Antonio para casos difíciles
En el transcurso de nuestras vidas son muchas las situaciones que nos vemos en la obligación de transitar de forma imperiosa y que nos llevan por difíciles caminos a los que no les encontramos alguna posible solución, al menos de una manera sencilla. Por esta razón y al igual que San Judas Tadeo, San Antonio…

Milagros de San Antonio de Padua
El conocido San Antonio de Padua debe su fama a que es el rey de los milagros, durante su vida Dios realizó numerosas obras a través de él, por lo que es conocido con el calificativo de taumaturgo. En esta oportunidad vamos a conocer algunos de los milagros que hicieron que el mundo comenzara a…

Oración a San Antonio para conseguir novio
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Oración de San Antonio de Padua para conseguir novio
Si quieres conseguir novio, rézale a san Antonio, siempre se ha escuchado esto entre las mujeres solteras. San Antonio de Padua es un santo muy reconocido en el mundo del amor, la novena de San Antonio es conocida por muchas personas en el mundo, si se hace con fe, puede ser realmente poderoso. Oración para…
Oración a san Antonio de Padua
«Oh, grande y bien amado Santo Antonio de Padua, tu amor a Dios y al prójimo, vuestro ejemplo de vida cristiana, hicieron de vosotros uno de los mayores santos de la Iglesia. Yo os suplico tomar bajo vuestra protección valiosa mis ocupaciones, emprendimientos y toda mi vida.
Estoy persuadido de que ningún mal puede alcanzarme mientras yo esté bajo tu protección.
Protégeme y defiéndeme, pues soy un pobre pecador. Cubre mis necesidades y preséntame, como mi medianero a Jesús, a quien tanto amas.
Por vuestro mérito, aumenta mi fe y caridad, consuélame en los sufrimientos, líbrame de todo mal y no me dejes sucumbir en la tentación.
Oh Dios poderoso, líbrame de todo peligro del cuerpo y del alma y que ayudado continuamente por vosotros, pueda vivir en la cristiandad y santamente morir.
Amén.»
Biografía Antonio de Padua
Sant Antonio es un santo de proyección universal, siendo, muy probablemente, el más popular de todos los santos. Las iglesias y capillas dedicadas a San Antonio, imágenes en gran parte de las iglesias y en las casas particulares, azulejos y pinturas, cantos, fiestas y peregrinaciones dan idea de la gran devoción popular a Santo Antonio, que hoy atraviesa todas las edades y todas las clases sociales, En todo el mundo.
De canónigo Agustino a fraile franciscano
La vida de San Antonio es muy conocida, ya que varios estudios de relieve le han sido dedicados, por lo que nos limitaremos a algunos rasgos ligeros, que nos parecen más significativos para comprender el afecto popular por este Santo.
António fue un intelectual de su tiempo y el Primer Doctor de la Orden Franciscana. Pero esta calidad es poco conocida por el pueblo, a pesar de haber sido declarado Doctor de la Iglesia, en 1946, mediante la bula Exulta, Lusitania felix, de Pío XII.
Hijo de comerciantes portugueses ricos, recibió en el bautismo el nombre de Fernando de Bulhões Martins. Nacido en Lisboa, entre 1191 y 1195, unos 50 años después del nacimiento de la nación portuguesa y durante la reconquista del territorio al dominio musulmán. Su historia debe ser vista en ese ambiente de expulsión de los musulmanes y, al mismo tiempo, de emergencia de una nueva nación.
Vivió los primeros años de su vida a unos pasos de la catedral de Lisboa, donde asistió a los primeros estudios en las lecciones de gramática. Cerca de allí, a un kilómetro, queda el Monasterio de San Vicente de Fora, de los Canónigos Regantes de San Agustín. Con cerca de 15 años de edad, Fernando pidió a los padres que lo dejen entrar en el Monasterio y allí hizo el noviciado. Después, cerca de los 19 o 20 años, fue a terminar su formación intelectual en Santa Cruz de Coimbra, donde fue ordenado sacerdote.
En Coimbra tuvo la oportunidad de conocer a los Hermanos Menores de San Francisco, que vivían en el eremitorio de Santo Antão, en los Olivares, sobre una colina, al noreste de la ciudad. En esa época llegaron a Portugal desde Marruecos, los cuerpos de cinco frailes franciscanos, que habían decidido predicar la fe cristiana en Marruecos. Mal recibidos en Marruecos, acabaron siendo barbaramente martirizados.
Este hecho fue crucial en el despertar de la vocación franciscana en Fernando de Bulhões. El paso solemne, por las calles de la ciudad de Coimbra, de los cuerpos de los cinco Hermanos martirizados en Marruecos, hizo nacer en él el mismo ideal. Podemos decir que en ese día el deseo de encontrar la muerte por el martirio lo desprendió de todo: de sus raíces, de su vocación monástica y de la quietud del Monasterio, de los estudios, de la ciencia. Tenía unos 30 años. Pidió entrar en la Orden de los Hermanos Menores y allí recibió el nombre de Antonio, y se le concedió el permiso para partir hacia el norte de África donde llegó en 1220.
Al poco tiempo, una enfermedad persistente lo obligó a regresar a Portugal. El barco que salía del norte de África con destino a Lisboa, fue desviado por una tormenta violenta y atracó en las costas de Sicilia, Italia. Estábamos en la primavera de 1221. San Antonio fue recogido por sus hermanos franciscanos italianos, que lo llevaron a la ciudad de Messina, devolviéndolo a su cuidado, la salud del cuerpo.
A finales de mayo, de ese mismo año, se realizaba en Asís el Capítulo General de la Orden de los Hermanos Menores, para el cual todos los religiosos eran invitados. Fue allí donde Antonio conoció a Francisco de Asís. Terminado el Capítulo, siguió al pequeño ermita de Montepaolo, cerca de Forli, en el norte de Italia, donde estaban seis hermanos. Se le da el encargo de presidir la celebración de la Santa Misa para sus hermanos y ayudar en los trabajos domésticos. Deseando preservar la humildad, Antonio nunca reveló sus conocimientos y raramente era visto con libros, además del breviario y del misal.
En la ciudad de Forli había un convento de estudios de la Orden de Santo Domingo. En septiembre de 1222, los Dominicos invitar a los Franciscanos a participar en la ceremonia de las ordenaciones sacerdotales en aquel convento. En la hora propia, el superior de los Dominicos se dirige a los Franciscanos, a fin de que uno de ellos hiciera la predicación. El Superior del eremitorio de Montepaolo pide al hermano Antonio que suba al púlpito y diga «todo lo que le sea sugerido por el Espíritu Santo». Las primeras palabras fueron simples, pero luego se tornan firmes, seguras y convincentes, hasta el punto de impresionar a todos los presentes. La noticia de este hecho recorrió toda la región y, en poco tiempo, Antonio fue nombrado predicador oficial de la Orden.
En la época de Antonio, se desarrollaron algunos movimientos heréticos, entre los cuales estaban los Cátaros, es decir, puros, y los Albigenses, que renovaban las antiguas corrientes gnósticas y maniqueístas. Con su predicación, Antonio se enfrentará, buscando contraponerse a sus doctrinas. El conocimiento profundo de las Escrituras daba a sus palabras una autoridad inusual, echando en el corazón de oyentes raíces tan profundas, que a todos arrebataba y renova.