Oración a la Virgen de Lourdes

Historia de la Virgen de Lourdes

La primera vez que la Virgen de Lourdes fue vista, fue un 18 de febrero de 1858. La imagen se le reveló a una niña llamada Bernadette alrededor de unas dieciocho veces, desde ese momento ha pasado a ser una de las apariciones de la virgen que más milagros ha obrado, al igual que la Virgen Negra.

Es bien conocido, que en el lugar de aparición de esta virgen se encuentra en un río, donde cada año acuden sus fervientes devotos para bañarse y recibir de manera directa, sus bendiciones. Hacer la oración a esta virgen es lo que activa la fe en ella y por  consiguiente los milagros por los que ha participado.

Bernadette les contó a regañadientes a sus padres la aparición y, en respuesta, le prohibieron volver a ese sitio. Unos días más tarde, el 14 de febrero, a Bernadette se le permitió regresar, y nuevamente la Señora se le apareció. Esto volvió a ocurrir otro 18 de febrero. En esta tercera visita, la Señora le pidió a Bernadette que regresara a la gruta todos los días durante las próximas dos semanas.

En estas visitas posteriores, la Dama (que no se había identificado como la Santísima Virgen María) pidió que se construyera una capilla en los terrenos, que Bernadette orara por la conversión de los pecadores y que ella bebiera el agua de manantial, ya que se reveló a ella en la gruta.

La noticia de estas apariciones se extendió rápidamente y causó un gran revuelo en la ciudad. En respuesta, Bernadette fue detenida, interrogada y hostigada por las autoridades civiles como si fuera un delincuente común. Los aldeanos, sin embargo, vinieron a rescatarla y exigieron que la niña fuera liberada.

Muchos de los habitantes del pueblo creyeron que María se estaba apareciendo a Bernadette, y bajaron muchas personas a la gruta para orar. El manantial que la Señora le pidió a Bernadette que bebiera rápidamente, se reveló como agua bendecida con propiedades curativas milagrosas. El 25 de marzo, la Fiesta de la Anunciación, la Dama apareció nuevamente en la gruta, esta vez identificándose como la Inmaculada Concepción.

El dogma mariano de la Inmaculada Concepción había sido pronunciado recientemente por el Papa Pío IX unos años antes, el 8 de diciembre de 1854. Este dogma, definido de manera infalible, declaraba que la Santísima Virgen María, desde el primer momento de su concepción, por un singular, La gracia, y,  el privilegio de Dios todopoderoso, y en vista de los méritos de Jesucristo, el Salvador de la raza humana, se preservó libre de toda mancha del pecado original, es una doctrina revelada por Dios y, por esta razón, debe ser creída firme y constantemente por todos los fieles.

En cuanto a ella, Bernadette sufrió mucho, no solo por el sufrimiento físico debido a su mala salud crónica, sino también por los celos y las sospechas de los demás por las visitas de la Santísima Madre. Esto resultó cierto en las palabras que Nuestra Señora le habló a Bernadette en la gruta: «No prometo hacerte feliz en este mundo, sino en el otro».

Cuatro años después de que Nuestra Señora de Lourdes se apareciera a Santa Bernadette, el obispo local dictaminó que las apariciones eran auténticas. Santa Bernadette finalmente entró en una casa religiosa donde continuó sufriendo físicamente, uniendo su sufrimiento a Cristo, y murió con una edad temprana.

Festividad de la Virgen de Lourdes

Hoy se ha erigido una hermosa iglesia en los terrenos cercanos a la gruta de Lourdes. Después de Roma y Tierra Santa, Lourdes, en Francia, es el lugar de peregrinación más popular para los fieles católicos. El agua de Lourdes está disponible para todos los peregrinos, y se ha documentado médicamente que se han producido numerosas curaciones allí, así como conversiones a la fe debido a estos milagros. La fiesta de Santa Bernadette es el 18 de febrero.

A continuación, te mostraremos un par de oraciones con las que puedes solicitar favores o agradecer desde el corazón a la virgen. Lo ideal es que al hacerlas, tu fe se mantenga fuerte e inquebrantable, que esos pecados que en algún momento te llevaron a apartarte de tu fe, ya se hayan disipado, y, de esta forma, la virgen pueda ayudar a cada uno de nosotros.

Oración a la Virgen de Lourdes

Son muchas y para diversos casos las oraciones que existen de nuestra venerada virgen, ya que hay una para cada necesidad. Pero a continuación, solo te mostraremos las oraciones más usadas, por ejemplo, en un momento de desesperación, cuando ya no podemos aguantar más alguna situación, para lo que la vida espiritual sirve de gran soporte ya que sabemos que si pedimos con fe, nos será otorgado.

Dios nunca nos abandona, ni en las peores situaciones, debemos ser fieles y siempre orar tanto a la Virgen como también a la Virgen de Lourdes de Altagracia, ya que siempre resulta de gran apoyo cuando transitamos esos momentos desagradables.

Oración 1 a la Virgen de Lorudes

«Santísima Virgen de Lourdes tu que con tu inmenso amor nunca nos desamparas, vuelve tu mirada con compasión hacia mí y ayúdame a través de tu hijo para alcanzar el perdón a todos mis actos desbocados.  Y que a través de tu gran corazón con la intervención de tu santa e inmaculada Concepción, en tu milagrosa imagen de Lourdes y reciba después el galardón de la bienaventuranza del mismo de quien eres Madre. Amén»

Oración 2 a la Virgen de Lorudes

«Amadísima Virgen  María, tu que te apareciste a Bernardita en la cueva de la roca; tu quien junto al frío y a las sombras del invierno les trajiste el calor de tu presencia y el gran resplandor de tu belleza. Te ruego me brindes esperanza, para renovar mi confianza cubriendo ese vacío que en este momento existe en  nuestras vidas, la cual se ha encontrado muchas veces sumida en las sombras y en el vacío que existe en el mundo. Tú querida madre que eres la Inmaculada Concepción, ayúdame a reconocer delante de la virgen de Lourdes que somos pecadores y Otorganos la humildad necesaria para la alcanzar la conversión. Así mismo, enséñanos a rezar por todos los hombres y guíanos a la fuente de la verdadera vida.

Ayúdanos a caminar junto a ti como peregrinos en el seno de la Iglesia. María Madre de todos, el Espíritu Santo hizo maravillas en ti: Él, con su poder, te ha colocado junto al Padre, en la gloria de tu Hijo.

Míranos con ojos de madre y compadécete de  nuestras miserias del cuerpo y del espíritu. Que solo tu presencia como luz sea reconfortante y brille a nuestro lado en el camino a la muerte.

En este humilde momento queremos rezarte, Virgen Sagrada María, apelando a la sencillez de un niño  como Bernardita y que entremos al igual que ella, en el espíritu de las Bienaventuranzas. De esta manera  podremos desde la tierra comenzar a conocer las alegrías del Reino y cantar contigo.

¡Gloria a Ti, Virgen María, dichosa servidora del Señor,  Madre de Dios, morada del Espíritu Santo! ¡Amén!»